Novecentismo y vanguardias

El novecentismo está formado por un grupo de escritores que irrumpen el en ámbito de la literatura en 1914. Muestran desde una actitud minoritaria e intelectual, una clara preocupación por el problema de la regeneración española.
Destacan los ensayistas José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Salvador de Madariaga, Américo Castro, Claudio Sánchez albornoz, Manuel Azaña y Méndez Pidal; los novelistas Gabriel Miró y Ramón Pérez Araya; y en la poesía el poeta Juan Ramón Jiménez.
El ensayo es el género más trabajado y destaca José Ortega y Gasset, quien se anuncia como líder espiritual del grupo, y quien tendrá una gran influencia en los escritores posteriores. Su extensa obra aborda temas de tipo:
1. Filosófico: donde destaca “Meditaciones del quijote”
2. Estéticos: donde destaca “la deshumanización del arte” en el que se refleja: El elitismo (son obras para un público culto), la depuración (el arte es una realidad incompleta a la que solo se puede llegar mediante el intelecto), El atirrealismo, y el intrascendentismo.
3. Sociológicos: destaca “La rebelión de las masas”, donde el autor analiza las causas de las fuertes tensiones sociales que sufre el país a raíz del creciente movimiento obrero y el despertar de los nacionalismos.
4. Psicológicos y misceláneos: Abarca una gran cantidad de temas y destaca “estudios sobre el amor”.
En la poesía destaca Juan Ramón Jiménez, impulsor del modernismo e influyente en toda la poesía española del siglo XX. Podemos clasificar su obra en 3 etapas:
1ª etapa o sensitiva (1898-1915): Abarca todo el modernismo.
2ª etapa o intelectual (1916-1936): Destaca una poesía pura, despojada de lo anecdótico y dotada de la máxima concentración conceptual. Destaca “Diario de un poeta recién casado”.
3ª etapa o suficiente (1936-1958): A esta obra pertenecen los títulos con un verso libre y con repetición de estructuras sintácticas. Destaca “Dios deseado y desecante”.
La novela en esta etapa, se podría considerar como una continuación de la novela modernista. Destaca Gabriel Miró con su obra “obispo leproso”. Y Ramón Pérez Ayala y su obra “Tigre Juan”.

Las vanguardias son un género que se extiende desde Alemania y Francia y afecta a todas las manifestaciones artísticas. Los vanguardistas son herederos del simbolismo, del impresionismo, y repiten el espíritu renovador de estos movimientos, llegando a experimentar con las formas y a los juegos literarios con sonidos y palabras. Tienen un interés por el mundo interior y su misterio, ya que piensan que el arte es un reflejo de suyo y que la inteligencia y el conocimiento deben estar por encima de la realidad, y la verdad por encima del instinto. Las vanguardias rompen con el naturalismo con diferentes movimientos estéticos: deformando la realidad (expresionismo), desdoblando la realidad (cubismo), reflejando el movimiento de la realidad (futurismo), mostrando zonas ocultad de la realidad (surrealismo), proponiendo el balbuceo infantil (Dada), como la literatura más sublime (Dadaísmo), proponiendo metáforas e imágenes como eje de la poesía (ultraísmo), y por último, pretendiendo que el poema no imite la realidad, sino que la crea (creacionismo).
En cuanto al vanguardismo en España, cabe destacar a Ramón Gómez de la Serna, quien rechazaba el subjetivismo y renunciaba a reproducir fielmente la realidad, la única forma de captar el mundo absurdo es a través de la incoherencia y la fragmentación. Gracias a la greguería, género con el que se pretende agarrar la realidad mediante un léxico muy expresivo, consiste en mezclar la metáfora y el humor. Destaca su obra “La viuda blanca y negra”.

El novecentismo y las vanguardias so dos movimientos que nacen para depurar los movimientos decimonónicos, pero mientras que el novecentismo propone una estética intelectual la vanguardias proponen una ruptura de la estética tradicional e indagan en rincones ocultos del ser humano como el subconsciente.  

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